Nuestra solución está basada en un sistema simple, que permite que el flujo de aire circule a través del interior de los equipos, pasando previamente por unos filtros que únicamente retienen el polvo y los ácaros.
Los equipos disponen de varias lámparas UV-C que proyectan la luz en el interior de una cámara de aluminio. El flujo de aire atraviesa la cámara, cuyas paredes reflejan el haz de luz, generando la energía suficiente como para destruir o inactivar los patógenos presentes. Tras este proceso se expulsa el aire completamente esterilizado.
Las lámparas tienen un recubrimiento especial que capta la radiación de menos de 200 nm, evitando así la formación de ozono en el aire y prolongando la vida útil de las lámparas hasta 18.000 horas al mismo tiempo.
Demostración de su efecto bactericida
Un estudio detallado de los efectos del espectro de radiación electromagnética UV realizado por los científicos ingleses Doyney Blount demostró el efecto bactericida de la Radiación UV en 1877. Este fue el punto de referencia histórico para el uso exitoso de este descubrimiento físico en la medicina.
Contra bacterias patógenas
En 1892 el científico inglés Harry Marshall Ward demostró que una parte del espectro electromagnético UV destruye las bacterias patógenas.
Primera lámpara
Una importante contribución también fue hecha por Richard Koch, cuando en 1904 creó la primera lámpara de cuarzo de mercurio, la cual servía como una poderosa fuente de desinfección bactericida.
Primeras pruebas de laboratorio
En los años 20 se realizaron las primeras pruebas en laboratorios de la radiación UV con resultados exitosos en la lucha contra las infecciones que se transmiten por el aire.
Uso en Medicina
En 1930 la radiación ultravioleta comenzó a utilizarse activamente en la medicina.
Desinfección de quirófanos
En 1936 en los Estados Unidos la radiación ultravioleta se utilizó por primera vez para desinfectar el aire en los quirófanos, fue cuando empezó a reducirse significativamente el nivel de infecciones postoperatorias.
Sistemas de ventilación
En 1937 se amplió el campo de uso de la desinfección UV y por primera vez se usaron lámparas UV de este tipo en un colegio estadounidense Incorporaron un irradiador bactericida ultravioleta dentro del sistema de ventilación del colegio, el resultado de lo que fue una reducción considerablemente la incidencia de diversas infecciones transmitidas por el aire, entre ellas el sarampión, que era común en esa época.
Desinfección en ausencia de personas
La práctica de la desinfección de lámparas UV se utilizó con éxito hasta los años 80. Sin embargo, este tipo de lámparas producía formación de ozono, tóxico para los seres humanos en ciertas concentraciones. Por lo tanto, era imprescindible realizar las desinfecciones UV en ausencia de personas y con una ventilación posterior obligatoria del interior antes de entrar personas.
Desinfección en presencia de personas
1994 Un grupo de científicos rusos resolvió este problema relacionado con la seguridad y comodidad del uso de la tecnología UV al patentar un equipo de desinfección de aire de tipo cerrado – DESAIR, un recirculador con lámparas sin ozono.
Modelo D-50
2020 El nuevo modelo D-50 ha sido fabricado de aluminio anodizado con un revestimiento patentado de partículas de nano plata en la carcasa con efectividad de desinfección 99,99%.
Cumple el objetivo de eliminar Virus, bacterias, mohos y esporas.
No emite Ozono al medio ambiente.
Elimina los patógenos en cuestión de segundos.